Texto y selección: Manuel Recio

Mavis Staples es un caso atípico en la historia del soul. Como integrante de los antológicos The Staples Singers alcanzó fama mundial y el reconocimiento de músicos como Bob Dylan, pero cayó en el olvido durante muchos años. En el año 2004 se autoprodujo un disco que nadie quería grabarle y volvió a convertirse la gran diva del soul que siempre debió ser. El título era significativo «Have a Little Faith».

Los Staples Singers fueron un conjunto vocal-familiar que supuso toda una referencia para la música gospel. Estaba formado por Pops Staples con sus hijas, una de ellas Mavis. Realizaron grabaciones antológicas para el sello Vee-Jay de Chicago. En los 60, inspirados por Marthin Luther King (amigo del patriarca), se convirtieron en la voz espiritual del movimiento por los derechos civiles. Grabaron para Stax himnos donde hablan de racismo, de libertad y de derechos. También para Stax, Mavis debutó en solitario.

A pesar del éxito inicial, durante los 70 y los 80 apenas logró repercusión. En el año 2000 murió su padre y se produjo un punto de inflexión en su vida. Quería grabar un nuevo disco, realzar su carrera, pero nadie apostaba por ella. Ya en 2004, la fundamental Alligator Records (clave en la revisión del soul actual) lanzó «Have a Little Faith», una obra con la que volvió a subirse a la senda del éxito. En 2011 consiguió su primer Grammy, y desde entonces, la menor de los Staples, sigue gozando de un reconocimiento creciente en el mercado musical.

 

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