James P. Johnson

Texto y selección: Manuel Recio

En el Harlem de los años 20 del siglo pasado el piano se oía en todas partes: cabarets, bares, prostíbulos. Con una fuerte influencia del ragtime y la música europea el llamado ‘Harlem Stride Piano’ representa una evolución estílistica en la historia del jazz. Ritmos y síncopas se mezclaban con las nuevas formas del jazz. Pioneros del stride piano es un homenaje a los principales intérpretes de este estilo alegre, popular y saltarín.

Entre 1900 y 1914 alrededor de cien compañías publicaban partituras de ragtime en Nueva York. El precursor y maestro del ragtime, Scott Joplin, estrenó allí su ópera Treemonisha, un intento por acercar el ragtime al público culto y a una incipiente clase media negra que florecía en un movimiento artístico conocido como Renacimiento de Harlem.

El Harlem Stride Piano o stride a secas surgió como una respuesta, a medio caballo entre lo popular y lo culto, al anquilosado ragtime para fundirse con las nuevas corrientes pianísticas del jazz. Stride, zancada o golpetazo en su sentido literal, significaba viveza, espectáculo y diversión. De ahí que una de sus características principales sea sus frenéticas líneas melódicas y sus endiablados ritmos síncopados

James P. Johnson, autor del emblemático «Charleston» y uno de los creadores del estilo, diría del stride piano: «En Nueva York no había ninguna banda de jazz como las que había en Nueva Orleans o en los barcos del río Mississippi. Pero otras partes del país nunca llevaron tan lejos el piano como los chicos de Nueva York. La gente de Nueva York estaba acostumbrada a oír buen piano en los conciertos y cafés. Los pianistas tenían que conseguir todos los efectos orquestales, las armonías, los acordes y las técnicas que usaban los concertistas europeos que tocaban por toda la ciudad«.

Otros pianistas destacados de stride fueron el indomable Willie The Lion Smith, quien puro habano en boca y sombrero bombín, se batía en duelo pianístico con cualquier que estuviera dispuesto, y el maravilloso Fats Waller, con un marcado sentido del espectáculo. También hubo pianistas como Mary Lou Williams. Grandes del jazz como Art Tatum empezaron en los ritmos del stride.

El stride piano tuvo una gran aceptación entre las clases populares negras y alcanzó a un público masivo. Muchos de los temas grabados que se escuchan en esta lista suenan como una fiesta que se está yendo de madre (véase ‘This Joint is Jumping’ de Waller). No existe mejor definición gráfica para el espíritu del stride piano.

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