La casa de Moratín y el jazz; dos grandes temas que abordaron con mucho humor y pasión estos dos grandes artistas en el Jazz Bar del barrio de Las Letras.

Joaquín Sabina y Benjamín Prado, caminaron por el barrio de Las letras y recalaron en el famoso y discreto Jazz bar. Nosotros ya estábamos allí esperándolos con las 1906 bien frías. La charla empezó como empieza un buen tema de jazz, improvisada.

Benjamín Prado: Pues aquí estamos, en el Jazz Bar. Sabes que este bar está montado en la casa de Moratín, el escritor más famoso del siglo XVIII. Siglo que tiene muy pocos escritores famosos o de ninguna otra clase. Éste es uno de ellos… Jovellanos, alguno más…

Joaquín Sabina: Y pocos que merezcan la fama. No fue un siglo muy brillante pero, bueno, ¡a lo mejor dentro de 20 años se conoce por el Jazzbar más que por Moratín!

Benjamín Prado: Sí que estaba pensando que el jazz y la literatura y la música, ahí sí que hay un maridaje…

Joaquín Sabina: Es un barrio muy literario, no solo por los versos que hay en calle si no por Lope de Vega, Cervantes… Todos vivieron aquí.

Benjamín Prado: Sí, todos vivieron aquí.

Joaquín Sabina: Y la mayoría están enterrados aquí, pero a esta barrio y a esta calle, el jazz y un barecito como este le vienen muy bien.

Benjamín Prado: ¡Qué sería de Cortázar sin el jazz! Rayuela es una novela con ambiente de jazz continuado.

Joaquín Sabina: Sobre todo los cuentos, el perseguidor, que es Charlie Parker, que yo creo que comete un pecado de pudibundez porque lo que cuenta es que se estaba muriendo porque fumaba marihuana, y claro, era heroína.

Benjamín Prado: Que buenas pelis de jazz hay, ¿no?

Joaquín Sabina: Buenísimas.

Benjamín Prado: Ladies in the blues, la biografía de Billy Holliday.

Joaquín Sabina: No voy a volver a contarte que lo tengo firmado por Billy Holliday… Sé que sufres.

Benjamín Prado: Un día irás a verlo y no estará en su sitio.

Benjamín le da un trago a su cerveza y continúa

Benjamín Prado: Luego el jazz, aunque sea música, dio lugar a una de las revoluciones literarias y poéticas…

Joaquín Sabina: Muy importante, los beats.

Benjamín Prado: Se supone que cuando empezaron a escribir, Keruac, en el camino; Millberg, la caída de américa, imitaban los acentos…

Joaquín Sabina: El modo de improvisar de los jazzeros tenía mucho que ver con cómo estos escritores se lanzaban a la carretera y escribían sobre lo que estaban viviendo

Benjamín Prado: Eso es interesante, la idea de los acentos…

Joaquín Sabina: quiero decirte que estoy encantado con este bar. Es como tiene que ser un club de jazz, pequeñito, en un rincón. Yo me he pasado años cantando en bares como este.

Joaquín Sabina: Yo quiero ir contigo a un bar de Jazz de Nueva Orleans a escribir canciones, un disco entero.

Benjamín Prado: Vámonos ya. Acábate la 1906 y nos vamos.

La charla continua pero, mucho mejor que leerlo aquí, es que te tomes esa cerveza escuchándolos a ellos. Que disfrutes.