Carretes que guardan retales de nuestras vidas. Momentos robados desde una de las primeras cámaras domésticas, son recuerdos que merece la pena redescubrir.
Una cámara Bell & Howell de 8 mm registró el asesinato de John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963. La filmación doméstica de Abraham Zapruder dio la vuelta al mundo y es, sin duda, uno de los documentos en Super8 más famosos de la historia.
Bajo el reclamo «Filmar es fácil», Eastmann Kodak popularizó el formato Super8 en los años 60.
Película en cartucho de quita y pon con capacidad para 15 metros, filtro de día para asegurar la correcta exposición con cualquier tipo de luz o la automatización de tareas hizo que cualquier aficionado y neófito se pusiese detrás de los llamados «tomavistas».
El boom del Super8 se desinfló en la década de los 80 con la aparición de las cámaras de vídeo. Sin embargo, incipientes cineastas y nostálgicos impidieron su completa desaparición para suerte de muchos, que ven ahora como el Super8 vive una segunda juventud.
RECUPERAR LA EMOCIÓN
Las claves de este resurgir se encuentran en la forma en que la cámara capta la luz, los colores vibrantes o la cantidad de grano en las imágenes. No en vano, proliferan las aplicaciones que tratan de conseguir digitalmente ese efecto de película envejecida.
Una de las apps más famosas para iPhone y otros dispositivos Apple la firma Paramount y Super 8™ y permite grabar vídeos que simulan el efecto del formato Super8.
Directores como Steven Spielberg, J.J. Abrams, Larry Fong y otros responsables de la película Super8, descubren en el documental “The 8mm Revolution” todo lo que hay que saber de este emblemático formato.
DISTRIBUCIÓN
Pese a que los principales fabricantes dejaron de producir cámaras de Super8, circulan ejemplares por todo el mundo, que se pueden adquirir en tiendas especializadas o a través de la red.
La barcelonesa Chandal, además de venta de cámaras, proyectores o cartuchos, revela y digitaliza viejas películas en Super8. La tienda online Cámaras de colores ofrece una amplio catálogo de productos, entre ellos más de 1500 piezas de aparatos fotocinematográficos, cámaras decoradas, etc.
LOMOKINO
La popular marca Lomography daba un paso más en la recuperación del Super8. Hace unos meses sacaba al mercado Lomokino, una cámara de cine 35mm de sencillo uso.
Para grabar pequeños cortos sólo tienes que cargar el rollo y girar la manivela para rodar películas de 144 fotogramas. El resultado se puede ver al momento gracias al visor LomoKinoScope.
Los interesados pueden digitalizar las películas conectando a través de su smartphone con el LomoKino Smartphone Holder.