Las fotos antiguas son un tesoro, no sólo por su historia sino también por su técnica artística. Sin duda, es una tradición que merece la pena redescubrir.
¿Quién no ha hecho sus pinitos en el retoque de imágenes para darles un efecto envejecido, colores retro, con bordes negros, marcos Polaroid…? El fenómeno Instagram ha hecho que volvamos la vista sobre la fotografía analógica o, por lo menos, podamos emular fácilmente la estética que asomaba de aquellas instantáneas de los 60 y 70.
En los álbumes de la infancia asoman fotografías, a las que el paso del tiempo ha impreso un color desvanecido, un sabor a nostalgia que se ha convertido en una tendencia, una moda, con sus propias señas de identidad.
En un momento marcado por la inmediatez, Instagram es sólo la punta del iceberg de una forma de inmortalizar y compartir nuestro pequeño mundo detrás del que se esconden otros fenómenos como la lomografía y las clásicas Polaroid.
VUELVE POLAROID
La compañía estadounidense Polaroid revolucionó la fotografía instantánea en los años 50. Su característico marco blanco, el color desvanecido, el formato cuadrado y, sobre todo, el revelado en tan sólo un minuto consiguió atraer la atención de todo el mundo.
En 2008 las películas dejaron de fabricarse, pero la fiebre Polaroid no iba a caer en el olvido. La propia empresa, en plena celebración de su 75 aniversario, lanzaba hace unos meses su propia aplicación para móvil Polamatic.
Más ruido ha conseguido hacer sin embargo The Impossible Project, una iniciativa liderada por Florian Kaps en su intento por evitar la desaparición de las legendarias películas instantáneas.
Tras conseguir producir nueva película para Polaroid, se abrió un nuevo mercado de cámaras, rarezas, objetos de culto, accesorios, etc. que se pueden encontrar además de internet en tiendas repartidas por todo el mundo.
The Impossible Project da un paso más y afronta ahora el reto de instalarse en el mercado de los app para smartphone. Su nueva aventura se llama The Instant Lab, una aplicación para iPhone que permite revelar fotografías gracias a un dispositivo en forma de acordeón cuyo diseño no difiere mucho de las antiguas Polaroid.
La fotografía instantánea se ha convertido en un nuevo filón, que no están dejando pasar por alto empresas como Fuji y sus cámaras Intax. Bajo el lema «dispare y vea los resultados impresos al instante», una amplia gama de cámaras que revelan en unos segundos nuestras imágenes.
LOMOGRAFÍA
La regla de oro del lomógrafo: «¡No pienses, dispara!». Y fieles a esa filosofía legiones de seguidores que han hecho de esta revolución analógica una forma de vida. Reconocerás las fotografías tomadas con cámaras lomográficas o lomo de 35mm por la distorsión en los bordes (viñeteado) y los colores saturados, que les dan ese aire retro.
Desde que en 1991 unos estudiantes austriacos redescubrieron la LOMO LC-A rusa, nacía un nuevo modo de entender la fotografía analógica, con encuadres imposibles, imágenes desenfocadas y disparos poco comunes.
El lomolifestyle tiene sus propias embajadas, quedadas, exposiciones o concursos. Las app de telefonía no se han quedado atrás y se pueden conseguir efectos lomográficos en fotos tomadas con los móviles gracias a aplicaciones como Hipstamatic.