La tarde del lunes fue especial en el Salón de Gourmets que se está celebrando en Madrid. A las 15:30 Fernando Iglesias Quiroga, responsable de Cultura y Calidad de Mercado en Hijos de Rivera, impartía el «Viaje cervecero con la familia 1906 «.
En él aprendimos que los ingredientes imprescindibles de este viaje pueden resumirse en cuatro: agua, malta, lúpulo y levadura. Dichos ingredientes fueron la antesala de una cata guiada. De este modo, mientras jugábamos con la malta que estaba dispuesta en las mesas descubrimos que era la responsable del color, aroma y sabor en las cervezas y que la proporción entre la malta base y la malta especial es lo que genera diferencias entre ellas. Mientras abríamos las flores del lúpulo gallegas de variedad nugget cosechadas en septiembre supimos que su función es dar amargor, aroma y capacidad antiséptica y descubrimos que la levadura es la responsable de la fermentación que marca los tres tipos de cerveza existentes: ale o de alta fermentación, lager (baja fermentación) o de fermentación espontánea.
Tras conocer de cerca los ingredientes de la cerveza, Fernando Iglesias dio unas breves pinceladas a cerca de las cuatro etapas de fermentación: cocimiento (fase donde se obtiene mosto dulce y sin alcohol con ligeros toques amargos), fermentación de siete días donde se obtiene la cerveza verde (sin reposo), maduración y acondicionamiento y envasado. Habiendo probado el producto obtenido tras el cocimiento y la cerveza verde tocó el turno de pasar a la cata de productos 1906 propiamente.
Para que una cata sea correcta, Iglesias Quiroga nos dijo que hay que servir en torno a tres dedos de cerveza para poder valorar la espuma. Además, desde 2006 las copas Teku son las copas oficiales para catas y en ellas se puede apreciar correctamente el color y la transparencia.
Empezamos la cata con la cerveza 1906. Al igual que el resto de la familia 1906 es una cerveza lager, lo que asegura su aspecto brillante y su gusto refrescante donde predomina el lúpulo sobre las levaduras. En este caso, nos encontramos ante una lager extra o bock clara: una cerveza maltosa con un volumen de alcohol que genera calidez. Hecha a partir de agua de A Coruña, malta pilsen y tostada, lúpulo aromático perle de Alemania, un 10% de maíz que intensifica la sensación refrescante y una cepa de levadura propia, la cerveza 1906 contiene poca espuma (algo normal para una cerveza sin trigo), un color ámbar debido a su concentración de malta tostada y aroma de intensidad media y compleja (debido a sus muchos matices: manzana, pan dulce, caramelo…). Su cuerpo (viscosidad en boca, motivada por el alcohol y el lúpulo) es medio, ligeramente cálido y no astringente con notas endulzadas que recuerdan el caramelo. Todo ello la convierte en una cerveza ideal para el pescado azul a la brasa como el pescado o las sardinas. Una cerveza perfecta para celebrar un día de San Juan en la playa.
Posteriormente llegó el turno a la Red Vintage, una doble bock con agua de A Coruña, elevadas cantidades de malta pilsen tostada (que intensifica su sabor), lúpulo amargo nugget, maíz y levadura. Comprobamos que la cerveza Red Vintage genera más espuma que la 1906 . Es jabonosa y de color más oscuro (casi cobrizo) dado que hay más concentración de malta tostada. También es más dulce y tiene más volumen de alcohol (8%). Gracias a Fernando descubrimos que el alcohol y el amargor balancean la cerveza.
Por último le tocó el turno a la Black Coupage, elaborada con cuatro tipos de malta. Vimos que era una cerveza negra, aunque no opaca (incluso puede ser marrón a contraluz). Tiene una gran cantidad de espuma de color canela y aroma a tostado, incluso torrefacto. Su sabor es amargo y en él también se perciben toques de café. Fernando Iglesias Quiroga cerró la cata afirmando que esta cerveza es ideal para platos de caza con salsas potentes.
Esta cata fue, junto con el campeonato Campeonato BeerMaster que se está celebrando en estos momentos, uno de los eventos más concurridos organizados por Hijos de Rivera.