Arquetipo del saxofonista mainstream del siglo XXI, Scott Hamilton transgredió las barreras estilísticas para instalarse en un regusto clásico y tradicional que ha mantenido a lo largo de su carrera artística y que le ha granjeado el reconocimiento de la crítica y del público.
Marcado por el estilo de saxofonistas como Illinois Jacquet, Eddie Davis o Paul Gonsalves, fue uno de los primeros músicos de jazz que demostró en plena década de los setenta que había algo más en la música que el pop y el rock and roll.
Debuta con el sello Concord en 1977, el disco “Scott Hamilton is a good wind who is blowing us no ill” toma prestado su título de un positivo comentario del famoso crítico Leonard Feather. A este trabajo siguieron una treintena de discos, presentando a Scott en los más variados contextos musicales, desde cuartetos hasta orquestas de cuerda junto a diferentes artistas (como Dave Mc-Kenna, Warren Vaché, Howard Alden o John Bunch), pero ofreciendo como constante su cálido sonido, derivado de los de Ben Webster y Paul Gonsalves, y la imaginación de sus improvisaciones.
Actividad musical imparable en los últimos años, con títulos como “East of the Sun”, “Live at Brecon Festival” o “Organic Duke”, hasta llegar a una de sus obras más aplaudidas “Race Point” (1991).
Para su última grabación “Our Delight!”, el músico de Rhode Island se ha rodeado de un cuarteto único, con artistas invitados tan reconocidos como John Pearce, Dave Green, Steve Brown, Dave Cliff y Mark Nightingale.