Texto: Luis Miguel Flores
Emprendemos un primer repaso a las mejores salas de jazz de la historia. A los míticos clubes. A esos (supuestos o no tan supuestos) tugurios en los que el humo, el sudor, las blue notes y el intercambio y consumo de todo tipo de sustancias y fluidos eran y son moneda común. Pero, sobre todo, en los que reina el sonido del jazz. Nuestro viaje empieza en el Village Vanguard de Nueva York, recala en el Preservation Hall de Nueva Orleans, para en Londres (Ronnie Scott’s) hace escala en París (Le Caveau de la Huchette) y acaba en Barcelona (Jamboree). Lo mejor: todos estos clubes históricos siguen -una suerte- en activo.
El Village Vanguard neoyorquino (en el 178 de la Séptima Avenida, en Greenwich Village) está a punto de cumplir (en 2015) los 80 años de existencia. Fundado por el promotor de origen ruso Max Gordon el 22 de febrero de 1935, en un principio acogió conciertos de música folk y hasta recitales de poesía beat, pero desde 1957 se dedica en exclusiva al jazz. Fue uno de los templos donde se coció el jazz moderno en los 40 y sería más fácil decir quién NO ha tocado en su escenario. Basta decir que, entre otros muchos, John Coltrane, Dizzy Gillespie, Sonny Rollins, Elvin Jones, Brad Mehldau o Art Pepper tienen su disco «Live at The Village Vanguard».
El Preservation Hall de Nueva Orleans -como su propio nombre indica- se abrió en 1961 en el barrio francés (St Peter Street 726) para «preservar» la esencia del jazz tradicional. Tiene banda «residente», la Preservation Hall Jazz Band -que además de tocar allí gira por todo el mundo- y programa 7 días a la semana a precios muy populares. El local es pura historia de la ciudad y rezuma jazz por sus gastadas paredes.
El Ronnie Scott’s de Londres lleva el nombre del saxofonista inglés que lo fundó en octubre de 1959, en un sótano del 39 de Gerrard Street, y lo describió así: «me encanta este sitio, es como mi casa: sucio y lleno de extraños». En el 67, el club se movió a su emplazamiento actual en el 47 de Frith Street. Entre los artistas de jazz que han tocado en él destacamos a Chet Baker, Ella Fitzgerald, Nina Simone, Sarah Vaughan, Bill Evans, Ben Webster o Chick Corea. Además acogió el último concierto de Jimi Hendrix en 1970 o la presentación del «Tommy» de The Who un año antes. Así las cosas, tiene que estar obligatoriamente entre las mejores salas de jazz de la historia.
Le Caveau de la Huchette, en la Rue de la Huchette del Barrio Latino de París, funciona desde 1946 en un edificio del siglo 16. Además de servir de modelo al The Cavern de Liverpool donde hicieron historia The Beatles, en sus casi 70 años de historia se ha convertido en una referencia de la noche parisina. Su escenario ha acogido a Sidney Bechet, Art Blakey & The Jazz Messengers, Harry «Sweets» Edison o Lionel Hampton.
En España también tenemos al menos una de las mejores salas de jazz de la historia: la barcelonesa Jamboree lleva programando 2 pases diarios, 365 días al año, desde 1960, en la Plaza Real. Es el club de referencia del jazz condal y seguramente de toda España. Fue fundado por Joan Rosselló e inaugurado por el quinteto de Tete Montoliu. En su escenario -o en locales más grandes por iniciativa del equipo de la sala- han tocado Chet Baker, Lou Bennett, Stephan Grapelli, Ornette Coleman, Albert Ayler o Dexter Gordon. Un ejemplo significativo de su prestigio: su sexto aniversario se celebró -en 1966- con un concierto de Ella Fitzgerald y Duke Ellington en el Palau de la Música ¿Alguien da más?