Rachel Brotman – voz
John Raymond – fliscorno
Yago Vázquez – piano y teclados
Zach Lane – contrabajo
Anthony Tadeo – batería

Rachel Brotman es mucho más que una voz de seda, nostálgica y evocadora. En su forma de interpretar y en sus composiciones se revela una hondura que difícilmente se da en nuestros días en el terreno del pop, ámbito en el que la neoyorkina se siente cómoda pero al que quiere dotar de contenido. En su música no hay frivolidad ni pose, sino una expresividad que se acerca al soul, pero un soul muy blanco, sin alardes y sofisticado.

Como pianista y compositora se ha ocupado además de dotar a sus arreglos de una cuidada pátina jazzística de la que se ocupan sus excelentes acompañantes. No en vano ella es el reverso de la migración musical: mientras todos los músicos acuden a Nueva York para consolidar su formación, ella se mudó a Nueva Orleans para beber de las fuentes del jazz. De vuelta a su ciudad natal sus directos están causando admiración en el Blue Note.

Su público sabe apreciar, como lo harás tú, el mensaje de su discurso narrativo, porque ella es, ante todo, una comunicadora, una narradora de historias empapadas de verdad y jazz. Te llegarán al corazón.