Texto: Luis Miguel Flores
Hoy en el Dicciojazz 1906: ¿Qué es el Cool Jazz? En esencia, el cool jazz surge a mediados de la década de los 40 como una respuesta o contrapunto al bebop. Frente a la hiperactividad de éste, propone atemperar, simplificar, ralentizar e incluso enfriar (de ahí lo de cool) la música. Música por lo general reflexiva, sensual y aterciopelada que utiliza instrumentos hasta entonces «rítmicos» como el contrabajo para desarrollar las melodías. Un nuevo estilo entre cuyos máximos representantes encontramos a Miles Davis, Chet Baker, Gerry Mulligan, Lee Konitz, Dave Brubeck o Claude Thornhill.
Precisamente Claude Thornhill (con su orquesta) fue uno de los primeros en oponer una música reflexiva y tranquila al ímpetu casi adolescente del bebop. Sobre todo gracias a las composiciones y arreglos de Gil Evans, quien a su vez en 1947 entró en contacto con Miles Davis. Un Miles de 22 años que, incapaz de llegar al nivel de virtuosismo de su idolatrado Dizzy Gillespie, buscaba su camino en una música menos exigente en lo técnico que a la vez le permitiera expresar sus ideas musicales.
Entre 1949 y 1950 Miles Davis grabó la biblia del cool: 12 canciones en 3 sesiones. Aunque ya en el 49 salieron 4 singles con parte de los temas (otros dos vieron la luz en 1954), las grabaciones completas no se editaron hasta 1957 con un título más que premeditado: «Birth of the Cool«. En esas sesiones, en cualquier caso, se reunió la aristocracia del nuevo sonido: además de Gil Evans (compositor y arreglista), no faltaron Gerry Mulligan (saxofonista, compositor y arreglista), Lee Konitz (saxo alto) o John Lewis (piano) como parte del noneto que fue la base de estas grabaciones.
Aunque Davis y Evans colaboraron en discos posteriores como «Sketches of Spain» o «Quiet Nights», la impronta cool se convirtió pronto, en el caso de Miles, en Hard Bop, una especie de vía intermedia entre el cool y el bebop, con ritmos más marcados y mucha influencia del blues que cristalizó en joyas del calibre de «‘Round About Midnight». Pero los músicos de «Birth of the Cool» sí esparcieron el nuevo evangelio sonoro. Gerry Mulligan montó un famoso «cuarteto sin piano» con un por entonces jovencísimo trompeta, Chet Baker, que aportó su estilo frágil y melancólico al cool jazz.
El saxofonista Lee Konitz mantuvo vivo la llama del cool y su grabación más característica llegó en 1961: «Motion», con Elvin Jones a la batería y Sonny Dallas al contrabajo. El pianista John Lewis fue uno de los fundadores (en 1952) del Modern Jazz Quartet comandado por el vibrafonista Milt Jackson. Y contrapuso su estilo cool a los arranques bebop de Jackson creando la tensión y ese estilo «neoclásico» que caracterizaron a la música del grupo.
Y un repaso al cool jazz quedaría incompleto sin mencionar al pianista Dave Brubeck y a su inseparable saxofonista Paul Desmond. Cabeza visible del «jazz de la Costa Oeste», el Dave Brubeck Quartet acabó protagonizando un auténtico crossover a la orilla de la música popular con su mítico álbum «Time Out» de 1959 (primer disco de jazz en vender más de un millón de copias) y sobre todo con el single «Take Five» (que también sobrepasó el millón de copias vendidas), compuesto por Paul Desmond. Pero ese mismo año, 1959, Miles Davis publicó «Kind Of Blue», abrió las puertas al jazz modal y, seguramente, certificó la muerte (o al menos la superación definitiva) del cool jazz.