Texto y selección: Manuel Recio

Cuando se piensa en grandes voces del jazz enseguida saltan a la cabeza nombres como Ella Fitzgerald o Billie Holiday. Es decir vocalistas femeninas. Sin embargo, la aportación masculina -Frank Sinatra, Dean Martin, Nat King Cole- no es nada desdeñable. Son los conocidos croones que ya homenajeamos aquí. Pero en esta lista no queremos bucear en cantantes del pasado. Actualmente hay una nueva generación de vocalistas de jazz que vienen pegando fuerte. 6 vocalistas masculinos de jazz a los que seguir la pista ofrece algunos ya consolidados y otras promesas a tener en cuenta.

José James es uno de los más recientes en llegar. Hijo de un productor musical panameño pasó su infancia escuchando hip hop, soul y cool jazz. Debutó en 2008 y desde entonces está considerado uno de los mejores voces del jazz. Su último disco ‘Yesterday I Had the Blues: The Music of Billie Holiday’ es como su nombre indica un emotivo homenaje a Billie Holiday.

El francés Ben L’Oncle Soul, el más joven de la lista, se mueve por los terrenos fronterizos entre el soul y el jazz. En 2011 abrió la 32 edición del Festival de Jazz de Montreal. Ben aporta la calidez de los metales y una voz genuinamente negra que se hunde en la tradición del rhythm’n’blues.

Gregory Porter ha deslumbrado a crítica y público con su disco ‘Liquid Spirit’. Formado en la escuela de los musicales en Harlem y devoto de la música gospel. Porter se alzó en 2014 con el premio Grammy a mejor disco de jazz vocal del año.

El canadiense Michel Bublé también tiene varios premios grammy. Lleva más de una década en los escenarios y su especialidad es el llamado jazz de big band, donde su matizada voz adquiere toda su dimensión.

El más veterano de esta lista es Kurt Elling, que se inició cantando en las iglesias de su Chicago natal. Posiblemente Elling sea el cantante de jazz actual más influyente. Sus vocaleses o improvisaciones vocales han creado escuela.

Y aunque ‘el niño bonito’ Jaime Cullum abarca muchos estilos, nos gustaría destacar su faceta más jazz, ya no solo como cantante sino también como pianista. El éxito internacional de Cullum y su presencia en los mejores festivales de jazz avalan una carrera plagada de grandes discos.