Texto y selección: Manuel Recio
Para la historia, Stan Getz ha quedado como uno de los impulsores de la prolífica fusión entre el jazz y la bossanova con grabaciones inolvidables de clásicos como «Desafinado» o «The Girl from Ipanema». Sin embargo Stan Getz fue también uno de los promotores del sonido West Coast Jazz con su líneas de saxo cálidas y vaporosas.
Stan Getz nació en Filadelfia en 1927 y empezó estudiando contrabajo. Por suerte para él (y para la historia del jazz) a los trece años, su padre le compró un saxo tenor. Empezó a tocar con orquestas locales.
Su sonido es deudor de la mejor tradición de nombres como Lester Young y Dexter Gordon. Empieza sus grabaciones a finales de los 40, aunque será en 1955 con la edición del eterno disco «West Coast Jazz» cuando tuvo uno de los puntos fuertes de su carrera.
No obstante el verdadero punto de inflexión en su trayectoria fue el recordado disco «Jazz Samba» editado en 1962. A partir de ese momento grabará con grandes de la bossa como Joao Gilberto, Astrud Gilberto, Antonio Carlos Jobim. En 1963 ganó un Grammy con «The Girl from Ipanema». Desde entonces es muy difícil no asociarle con esa mezcla mágica entre el jazz y la música brasileña.