Texto: Sandra Rego
Acudir al concierto de Ton Risco en el Bla Bla Café ha sido sinónimo de rememorar a Kerouac y su afán por la música jazz como catalizador de emociones y herramienta creativa. Absténganse trompetas y saxos como protagonistas de este estilo musical, ya que el trío compuesto por vibráfono, órgano Hammond y batería forma un conjunto instrumental sin igual, tal y como lo demostraron Alex Salgueiro, Naíma Acuña y Ton Risto.
Durante la pasada noche, el Bla Bla Café se convirtió, sin quererlo, en un elemento adecuado como atrezzo imprescindible para el concierto de Ton Risco Trio. Rozando el aforo completo en el local ferrolano, la decoración transportaba el concierto a un hogareño salón, otorgando esa sensación de intimidad y de encontrarse entre conocidos. Conocidos que se alejaban de las conversaciones de sobremesa y se centraban, embelesados, en escuchar las notas musicales que salían de aquel instrumento -tan poco habitual- de láminas de aluminio, familiar del xilófono que domina el vibrafonista.
El repertorio varió entre temas originales y versiones como “The song is ended” de Irving Berlin. De los primeros, los temas propios del percusionista, destacó “Fucus blues”, por la historia intrínseca que oculta detrás, un homenaje al gato de Risco. Este blues supuso el punto y aparte a una serie de canciones de swing interpretadas por los músicos de manera altamente brillante para sorpresa y admiración del público.
Quien colocaba los puntos sobre las íes y marcaba las pausas finales de cada tema era Naíma Acuña en la batería. Este joven talento asombró gratamente al tocar algún que otro solo en el que mostró que toda la delicadeza que puede aparentar, como miembro femenino del grupo, deja de quedar en entredicho al sonar la batería con una gran potencia.
En un principio podríamos llegar a pensar que Ton Risco y su manejo virtuoso con el vibráfono causa una sensación de protagonismo que destaca por encima de los demás instrumentos. Pero nada más lejos de la realidad, el conjunto melódico muestra una compenetración que deja constancia del esfuerzo y trabajo realizado fuera de los escenarios. El músico ourensano, que apenas detuvo sus ágiles manos en la hora y media de concierto, sí lo hizo para coger el micrófono en un par de ocasiones. Una de ellas para anunciar que el trabajo en común de los tres artistas “estaba a punto de salir del horno”.
Ton Risco Trío cierra el VIII Ciclo 1906 de Jazz en Ferrol y nos ha dejado con un sabor agridulce en la boca hasta la próxima temporada. Quizás se nos haga menos larga la espera con una cerveza en la mano, hasta que volvamos a escuchar jazz de estas características en directo.