Los acordes de Pepe Habichuela sirvieron para reivindicar el papel del flamenco y la guitarra española en las III Jornadas 1906 de Guitarra Española en el Molino del Manto (Chinchón). El guitarrista se acompañó de un elenco de talentosos artistas jóvenes, entre los que estaba su hijo, Josemi Carmona, y Antonio Sánchez, sobrino de Paco de Lucía.
Texto: María Martín-Consuegra
Fotos: 1906
Como si estuviera en casa. Así se movió eso que llaman “duende” por la finca El Molino del Manto el pasado sábado. ¿El motivo? Las III Jornadas 1906 de Guitarra Española que un año más han congregado a los más altos representantes de la guitarra española y el flamenco de nuestro país. El combo de artistas que se dieron cita para el evento ya dejaba entrever desde días antes que la velada del sábado nos trasladaría hasta los niveles más altos del flamenco que se está haciendo en la actualidad. Pero, más allá de eso, el encuentro resultó ser el germen de una fiesta en familia, cercana, en la que todo el mundo, músicos e invitados, acabaron mostrando su admiración por el gran artífice del evento: Iñigo Osset Rambaud, que junto al director artístico de estas jornadas, Pablo San Nicasio, han conseguido hacer de este festival anual una cita obligada en los calendarios de cualquier amante de la música en general y de la guitarra en especial.
Cuenta Iñigo que cuando adquirió este molino (que comenzó siendo harinero a finales del siglo XVIII, con el reinado de Carlos III) quiso conservar la “magia” que transmitían sus paredes y sus jardines. Lo cierto es que lo consiguió. Situado a las afueras de Chinchón, en el secarral que supone el Sur de Madrid, Molino del Manto surge como un oasis arropado y protegido por un sinfín de variedades arbóreas originales de otros continentes como las yucas o las palmeras tibetanas. Árboles que a su vez conviven con otras especies europeas como los castaños, olmos, tilos o plátanos. Todo ello, mantenido por un sistema de riego árabe que aporta más encanto si cabe al lugar.
Pero no es la única influencia arábiga que hay en la finca. Un jaima gigante es la encargada de dar la bienvenida a los invitados que se acercan hasta allí. Una jaima que este sábado vio pasar por su escenario un auténtico festival de calidad y sentimiento encabezado por Pepe Habichuela. Las soleás y bulerías del patriarca de Los Carmona fueron aplaudidas por un público que arropó con un cariño especial la colaboración entre él y su hijo, Josemi Carmona. Y es que, entre los objetivos de este evento también está dar cabida a las “nuevas” generaciones del flamenco. Músicos que apuestan por el cante jondo, y el flamenco más ortodoxo, pero que no tienen prejuicios a la hora de jugar con él y combinarlo con otros estilos. Un ejemplo es el de Josemi Carmona, que acaba de publicar “De cerca”, un disco realizado junto al contrabajista Javier Colina, en el que flamenco y jazz se dan la mano.
Pero hay más, el propio Pepe Habichuela se encuentra inmerso en un proyecto llamado “Habichuelas pa los Morente”, un espectáculo que se acaba de estrenar en Barcelona en el que se combina la veteranía de Pepe Habichuela con el arte y el cante de Soleá y José Enrique Morente (Kiki). “Yo ya había tocado con Kiki y con Estrella Morente, pero es la primera vez que lo hago con Soleá. Está siendo mu bonito, la juventud vine fuerte y seguro que Enrique nos está viendo y está disfrutando allá donde esté”. Contaba Habichuela entre bambalinas, justo después de su actuación en Molino del Manto.
La velada estuvo presentada por el periodista musical José Manuel Gómez “Gufi”. Quién, desde primera hora de la tarde advertía: «Si no han escuchado nunca flamenco, cuidao porque, como la cerveza 1906, engancha». Él se encargó también de dar paso al segundo concierto de la noche, encabezado por Antonio Sánchez, sobrino de Paco de Lucía, que estuvo acompañado por ‘Bandolero’ en la percusión, y por Antonio Serrano, en la armónica, un proyecto que está dando la vuelta al mundo bajo el nombre Flame&CO. Difícil labor la de Antonio Sánchez, tal y como explicó José Manuel Gómez “Gufi”: “Imaginad: eres el sobrino de Paco de Lucía has nacido en el 80 y tantos y vas un día y decides tocar la guitarra. Y hay un millón de guitarristas que saben quién es tu tío… Antonio Sánchez es un héroe.” Afirmó.
El de Flame&CO fue un concierto emotivo, en el que hubo tiempo para los homenajes y el recuerdo. Uno de ellos llegó con la adaptación de “Alegría de vivir” del desparecido Ray Heredia, en formato de armónica, guitarra y percusión. El segundo tributo de la noche fue para Paco de Lucía “hemos tenido la suerte de acompañar al gran Paco de Lucía en sus giras durante muchos años, esta rumba es para él y para su hija, Lucía, que está entre nosotros”, explicó Antonio Serrano antes de arrancarse con “Convite” (puedes ver ese momento en este enlace, a partir del minuto 45)
Y, como si del “abuelo” del flamenco se tratase, Pepe Habichuela volvió a hacer aparición en el escenario al final de la noche. Justo cuando pensábamos que el concierto no podía ir mejor. “A mí me da hasta vergüenza tocar con tanta gente joven”, explicó al salir al escenario. Y se puso a tocar junto a Josemi Carmona, Antonio Sánchez, Antonio Serrano y Bandolero la última canción de la noche.
Cierre por todo lo alto de un festival que un año más ha conseguido su principal objetivo: reafirmar la importancia de la guitarra española como instrumento y hacerlo con los mejores embajadores de ésta. El año que viene, más. Pero, difícilmente mejor.