Texto y selección: Manuel Recio
Es uno de los responsable de la entrada del blues en el Reino Unido. El longevo John Mayall, armónica en boca y guitarra en mano, sigue en pie pateándose escenarios de medio mundo. En la semana del Brexit, reivindicamos la autenticidad y el fogoso blues británico del maestro Mayall.
John Mayall nació en 1933 y fundó su primer grupo en 1955. Desde entonces no ha parado de grabar disco y tocar en directo. Junto a Alexis Korner fue uno de los pioneros en introducir el blues en Inglaterra. No se puede decir que fueran los primeros blancos en tocar blues, pero sí de los más influyentes. Adaptaron las inflexiones vocales ancestrales de Howlin’ Wolf, Muddy Waters o Big Bill Broonzy para hacer un blues ardiente muy cercano al rhythm’n’blues que sería la base de la British Invasion.
A principios de los 60, Mayall creó los inmortales Bluesbreakers, formación seminal del blues británico por donde pasaron gente como Eric Clapton o Mick Taylor, futuro guitarra de los Rolling Stones. La formación no tenía nada que envidiar a esas orquestas de blues que triunfaron en el Chicago de los 60 donde a las guitarras eléctricas se unían órganos, teclados, sección de vientos y hasta coristas.
La vasta carrera de Mayall abarca acercamientos al country americano, al jazz o incluso al pop-rock, aunque en los 80 volvió a sus orígenes y recuperó los Bluesbreakers. Su influencia trasciende el ámbito del blues. Muchos músicos de rock han reivindicado su catálogo y está considerado un artista de culto.