Texto y selección: Manuel Recio

Han llegado las vacaciones de verano. Nos las merecíamos. Los más afortunados se irán al mar, otros a la montaña, al campo, a recorrer ciudades o a perderse en paisajes exóticos de la naturaleza. Todos pueden disfrutar de esta lista, pero realmente solo unos pocos, aquellos que tengan el privilegio de observar el sol fundirse con las olas al atardecer, podrán saborearla en toda su dimensión. Jazz para una puesta de sol en la playa puede ser el complemento perfecto a una jornada inolvidable. 

No hay duda de que el jazz es la banda sonora ideal para muchos momentos de la vida. Por supuesto, también para el verano. No podía faltar el clásico ‘Summertime’, esta vez en la cálida trompeta de Louis Armstrong y la briosa voz de Ella Fitzgerald. Las vaporosas texturas del saxo de Lester Young en ‘On the sunny side of the street’ y la susurrante voz de Chet Baker en ‘Let’s get lost’ hará que nos queramos perder en la inmensidad del océano.

Un cóctel para dos de la mano de Dizzy Gillespie o un viaje marino iniciático por Herbie Hancock tampoco parecen malas opciones. Y Miles Davies, ¿por qué no? So What. Caetano aporta la única bossa de la lista, un samba para el verano. Duke Ellington, Sarah Vaughan, Joe Lovano o Dave Brubeck nos traen sus propuestas de verano, luminosas, tiernas, refrescantes. Nat King Cole, Paul Desmond o Ella Fitzgerald nos harán nadar entre olas, barcos rojos y lunas de papel.

Hay que disfrutar del momento, degustar cada instante con el mimo y la pausa adecuada. El sol avanza firme entre la línea del horizonte, se pierde entre las ondulaciones. El mar se queda en calma y los reflejos anaranjados del astro rey nos dejan, inevitablemente, en un estado sentimental. In a sentimental mood. Hasta la próxima puesta de sol…