Texto y selección: Manuel Recio
«El blues tuvo un hijo y lo llamaron rock’n’roll». A Muddy Waters le debemos el mágico paso que se produjo del blues rural de Mississippi al blues eléctrico de Chicago. Y en ese paso el blues tuvo un hijo: el rock and roll. Nos encontramos ante uno de los grandes maestros del blues, padre para muchos del rock and roll.
En 1927 el dique del río Mississippi se rompió y originó las inundaciones más devastadoras que ha conocido la región. Por allí andaba el pequeño McKinley, jugando entre el barro. A partir de ese momento sería conocido como Muddy Waters (aguas embarradas o turbulentas). A través del viejo gramófono de su abuela se puso en contacto con los espirituales y la música religiosa. A los trece años aprendió a tocar la armónica. Pero pronto se pasó a la guitarra. A los diecisiete, tras vender un caballo, se compró una Stella de segunda mano por 2.50 dólares, que le enseñó a tocar un amigo.
Muddy Waters era alto, carismático, generoso y de una simpatía natural que ponía patas arriba a la comunidad femenina del Delta. No es extraño que cantara canciones como ‘Hoochie Hoochie Man’ o ‘Manish Boy’ o de una gran carga sexual y masculinidad, marca de la casa, donde presume de sus hazañas como amante.
En 1941, Alan Lomax le descubrió en su plantación y le grabó en un estudio rodante. Poco después emigró a Chicago y cambió la guitarra acústica por la eléctrica. Lo demás ya es historia. Autor de grandes clásicos de blues, su ‘Rolling Stone‘ inspiró el nombre de los Rolling Stones.
En esta lista Spotify hemos recopilado sus temas más emblemáticos.