Texto y selección: Manuel Recio
Pocos músicos han alcanzado la velocidad, la destreza técnica y la perfecta digitación en un instrumento como hizo Jaco Pastorius con su bajo eléctrico. Por fin llega el lanzamiento del documental sobre su vida «Jaco«, un esperado documento producido por Robert Trujillo, bajista de Metallica y que repasa pormenorizadamente la carrera del genial músico. Sirva este Lo mejor de Jaco Pastorius, como sabroso aperitivo.
El 11 de septiembre de 1987 Jaco Pastorius entró borracho en un local de Florida con intención de armar bronca y boicotear un concierto de Carlos Santana. El portero no tuvo piedad con él, le expulso del recinto y le dio una paliza mortal. Pastorius entró en coma, tuvo un derrame cerebral y moriría días después. Fue el final abrupto a una brillantísima (aunque desigual) carrera. Solo tenía 35 años.
John Francis Pastorius (su verdadero nombre) tuvo una formación autodidacta y elevó el papel del bajo eléctrico -hasta la fecha, un instrumento relativamente poco conocido en el jazz- a la categoría de solista. Su sonoridad fretless (sin trastes), su innovadora técnica y su vertiginoso dominio de las escalas en el mástil puso el bajo en la misma línea que instrumentos como la guitarra eléctrica, el saxo o la trompeta.
En 1974 hizo sus primeros pinitos en el estudio como acompañante de Pat Metheny. En 1976 graba su primera disco solista, Jaco, con una excelente acogida de crítica y sobre todo de colegas músicos. Poco después entró en el grupo de jazz fusión Weather Report, tras suplicarle a su líder, Joe Zawinul, que le diera una oportunidad. Con Weather Report alcanzó repercusión internacional y grabó algunos de los hits más importantes de su carrera como el inolvidable «Birdland».
En 1981 abandonó el grupo y fundó su propio proyecto Word Of Mouth con el que grabó varios discos. Pero a mediados de los 80 sufrió distintos problemas mentales que derivaron en un trastorno obsesivo compulsivo agravado por el alcoholismo. Vendió su icónico bajo Jazz Fender y acabó en prisión por robar un coche. Sin embargo estos convulsos días finales no ensombrecen un monumental legado que le ha situado como uno de los mejores bajistas de la historia.