Texto y selección: Manuel Recio
El blues es el origen de todo. Del jazz, del rock, del soul… En los años 20 del pasado siglo, una serie de campesinos, aparceros, braceros o jornaleros dieron forma a uno de los estilos más influyentes. Y fue en el sur de Estados Unidos, en las grandes plantaciones de algodón o construyendo el ferrocarril. Maestros del blues del Delta es un homenaje a aquellos pioneros que crearon lo que hoy conocemos como blues.
Ninguno era músico propiamente dicho, en el estado de Mississippi, en la conocida como región del Delta, para sobrevivir había que trabajar en el campo, la música más que una forma de entretenimiento era una liberación, una vía de escape. Tocaban por propinas en el baile de los sábados, en cantinas de mala muerte o por lo caminos perdidos. Grababan en estudios itinerantes o la trasera de una tienda de muebles. Algunos iban de un lugar a otro, errantes, buscándose la vida. Otros forjaron su leyenda por pactar con el diablo o como peligrosos delincuentes. No fueron pocos los que dieron con sus huesos en la prisión estatal, la famosa Parchman.
El indomable Charley Patton fue de los primeros. Luego les siguieron Son House que en realidad prefería predicar la palabra de Dios y fabricar whisky de contrabando a cantar blues. O Skip James, una de las figuras más enigmáticas, con sus coqueteos con el diablo en ‘Devil got my woman‘. Precisamente Robert Johnson, posiblemente el más famoso bluesman del Delta, pactó con el diablo para conseguir ser el mejor guistarrista. Murió asesinado por el marido de una de sus amantes furtivas.
Muchos de los músicos del Delta como Muddy Waters, Jonh Lee Hoker o Howlin’ Wolf empezaron cantando en la plantación pero acabaron siendo estrellas en Chicago donde pudieron labrarse una carrera musical. Otros no tuvieron tanta suerte: Leadbelly o Bukka White fueron de prisión en prisión. Nadie sabe bien qué delitos cometieron pero su blues es desgarrado y profundo.
La música de los hombre del Delta es directa, sencilla, dura, áspera, pero en sus notas encontramos las respuestas a muchos de los interrogantes que aún hoy nos acechan.