Texto: Luis Miguel Flores
Club 1906 os ofrece una reseña discográfica en exclusiva, 20 días antes de su publicación. La de un hermoso homenaje a Billie Holiday en el año de su centenario. El que le rinde José James: Yesterday I Had the Blues. Irreprochable selección de 9 canciones del repertorio de Lady Day en la -excesivamente- respetuosa versión del vocalista. José James es toda una revelación del jazz vocal de los últimos años, gracias a sus cuatro discos anteriores, los dos últimos para Blue Note. En el quinto, se entrega incondicionalmente a la que considera su «madre musical».
La tesitura de la voz de James es una especie de equivalente masculino de la de Holiday: cadenciosa, suave, susurrante y acariciadora, pero con un punto rasposo y dolorido. Desde luego, se aprecia a las claras la enorme influencia de Billie Holiday en su estilo vocal. A la vez, desde esa reverencia, José James corre el riesgo -o la temeridad- de mirar a Billie directamente a la cara. O, digamos mejor… a la garganta. Se enfrenta a pecho descubierto a Billie… y no tiene más remedio que perder.
Claro, la voz de James carece de esa profundidad de siglos que caracterizaba a Holiday. De ese dolor que -físicamente- le había calado hasta los huesos. Añadamos un exceso de respeto a la mujer que tanto ha significado para él, y que le impide hacer del todo suyas las canciones. Lo cual no quiere decir que el disco sea un fracaso. Todo lo contrario. Basta escuchar, por ejemplo, la bellísima versión de «Tenderly», donde James cautiva hasta al más pintado. Pero, despojado de la trascendencia que le inyectaba Lady Day, este homenaje tan directo se vuelve algo monótono.
Mención aparte merece el espléndido trío que acompaña a James: Jason Moran al piano, John Patitucci al contrabajo y Eric Harland en la batería. Un trío de lujo reunido por el productor, Don Was, también presidente del legendario sello que edita «Yesterday I Had the Blues»: Blue Note. La larga introducción de «What a Little Moonlight Can Do» -José no canta hasta el 2:30- es, sencillamente, una maravilla. De hecho, es sobre esta velocidad de crucero impuesta por los músicos, bastante más dinámica que la de los 4 temas anteriores -imposible no chasquear los dedos- cuando José James se suelta, por fin, de verdad.
«Yesterday I Had the Blues» es un disco excesivamente cálido, algo rígido y complaciente; le faltan aristas. Un ejemplo: «Good Morning Heartache» abre el álbum a velocidad muy lenta, pero la lectura de James acaba siendo más sensual que dolorosa. Cuando la canta Billie puedes tocar esa herida que se ha quedado a vivir en su pecho. José la interpreta con distancia y nostalgia, como si lo recordara en vez de estarlo viviendo. Billie le da los buenos días, cara a cara, a su corazón roto. Y te arranca un escalofrío.
Por suerte, por cada «Good Bless the Child» -una versión sin punch, casi rutinaria- hay un «Strange Fruit», que cierra el disco sólo con las voces superpuestas de James (puro gospel, puro blues) y una dispersa y solitaria palmada marcando el ritmo. Aquí sí se captura a la perfección el espíritu de la letra, que expone esa terrible imagen de los hombres negros colgando ahorcados en los árboles como «extraños frutos». Aquí si hay escalofrío, José.
