Texto y fotografía: Luis Miguel Flores
48 conciertos a cargo de dieciséis artistas en catorce salas repartidas por toda España a lo largo de tres meses más una Maratón de 12 horas de jazz gallego con otras 9 formaciones. Esos son los números del VII Ciclo 1906 de Jazz. Pero lo importante, una vez más, es la música. Músicos noveles, consagrados o en «vías de desarrollo» para llenar de jazz -en el más amplio sentido de este ya amplio término- nuestro oídos, ojos y corazones.
El Ciclo se abría por todo lo alto el 16 de marzo, en el Teatro Principal de Santiago de Compostela, con el trío de Brad Mehldau, sin duda el más importante e influyente pianista de jazz de los últimos años. Al día siguiente, el Brad Mehldau Trio hizo escala en el Teatro Lara de Madrid. Le cogió el relevo dos días más tarde (en la mítica Jazz Filloa de A Coruña) el cuarteto del guitarrista catalán Albert Vila, también en Xancarajazz (Vigo) y Jazzaza, Murcia. Una semana después, el 26, Jazz Filloa recibía también a Now vs. Now, propuesta en formato trío del neoyorquino Jason Lindner, quien con sus sintetizadores actualiza, traduce y amplifica la fusión de los 70 al siglo 21. Lindner estuvo también en el Jimmy Glass valenciano y en el madrileño Café Berlín.
Abril se estrenaba con los 3 conciertos 1906 Red Vintage (Dado Dada en Santiago incluido) del imparable tenteto soul Freedonia, comandado por la explosiva garganta de Maika Sitte. Y sin respiro tenían lugar las dos citas del enorme contrabajista israelí Avishai Cohen, maestro de la melodía y la sorpresa. En Valencia, A Coruña y Lugo (Clavicémbalo) recalaban 5 escandinavos amantes del jazz más radicalmente afroamericano: Atomic. Y en el Café Latino de Ourense (con posteriores paradas en la mismísima Jamboree de Barcelona y en Murcia) Oliver Lake y Tarbaby resucitaban -en el cincuenta aniversario de su fallecimiento- al valiente renovador Eric Dolphy. Abril vino calentito, también tuvieron cabida cuatro conciertos de Jerry González en formato trío (incluyendo al grandísimo Javier Colina) que acabaron en Bilbao, de la mano del Bilbaina Jazz Club.
Entre el 30 de abril y el 15 de mayo pudimos asistir a 3 sesiones (la segunda en el Danny’s Jazz de Oviedo y la último en el Bla Bla Café ferrolano) del hipnótico Continuum de Roberto Somoza. Entre medias (del 7 al 9) se coló la muy bailable pero intensa fusión hispano-framenco-marroquí de Gabacho Maroconnection y justo después el triple desembarco del trompetista con mayor proyección de la actualidad: Ambrose Akinmusire. Llegó luego el piano y el cante de Diego Amador (y su trío) en choque de trenes con el saxo de Llibert Fortuny. Dos mundos casi opuestos que se encuentran en un alarde de libertad creativa. Tres días de mayo y remate clausurando el VII ciclo 1906 el 19 de junio. Kenny Garrett también estuvo en dos conciertos del ciclo en mayo con una música densa y arriesgada que tuvo un remate bailón gracias a su «Happy People«. Y cerró el mes un triplete del trío del pianista Gabriel Peso, sin duda el teclista español de jazz con más futuro (y presente).
Junio se abrió con 4 conciertos (entre el 3 y el 6) del veterano trío Sumrra (acaban de cumplir 15 años), que dice «creer en Coltrane«. Continuó con 3 (del 11 al 13) del quinteto de Rachel Brotman, mucho más que una voz dulce: arriesgada y propensa a derribar muros sonoros. Y se cerró el 19/06 con el ya reseñado concierto de Amador y Fortuny y un maratón de 12 horas non stop de jazz gallego (con 9 formaciones) en la Plaza de la Quintana de la misma localidad en la que había empezado el ciclo algo más de 3 meses antes: Santiago de Compostela. Mucho y buen jazz, pues, de la mano de 1906